lunes, 7 de diciembre de 2015

Dia 28 Pedrouzo - Monte do Gozo 14 km

Ya penultima etapa, aunque ya casi puedo tocar Santiago con la mano desde el albergue.
Una etapa la de hoy bastante aburridilla, fea y corta. Sin nada que merezca la pena contar. A las once esta ya en el albergue esperando a que abriese a la una. El tiempo ha cambiado a mucho peor, con un fuerte viento y lluvia a raudales.
Han aparecido por el albergue Joel y Desiree. Nos hemos puesto contentisimos de reencontrarnos. Y nos hemos intalado lostres en una habitacion con custro literas. Ya somos como de la familia. Hemos salido a comprar algo para comer. Yo me he hecho unos sandwiches de jamon y ellos se han preparado unos espagueti con tomate u revuelto de chorizo con cebolla. Vaya si se han integrado con lo español!
Joel cocina y Desiree friega. 
Despues de comer, cuando la lluvia lo ha permitido, me he acercado al Monte do Gozo para apreciar las vistas de Santiago, y sobre todo de la Catedral, meta a la que espero llegar mañana tras una muy corta etapa de cuatro kilometros.
Aunque no se aprecie, al fondo se ven los campanarios de la Catedral.
Y poco mas. Yo tengo intencion de salir a las ocho, para estar en la Catedral a las nueve, confesion, indulgencia plenaria, luego obtener la compostela, dejar la mochila en consigna, reunirme con los alemanes, desayunar, e ir a continuacion a la misa del peregrino a las doce y confio que en disfrutar del balanceo del botafumeiro.
Antes de acabar, soli dos apuntes. Las zapatillas, se han portado de primera, aunque llegan dando los ultimos estertores.
Algunas rajas en los lados, y una suela fina como papel de fumar. Sin lugar a dudas, una gran eleccion, porque entre sesiones de entrenamiento y Camino, calculo que llevan unos mil kilometros. Definitivamente nada de botas. Estos ultimos dias he visto varios peregrinos con con zapatillas puestas y unas flamantes botas colgando de la mochila.
Y hablando de mochilas, un diez a mi mochila de Coronel Tapioca.
Tambien se ha portado a pesar de sumpinta endeble y de carecer de todos los adelantos que tienen mochilas mas modernas. Les compre esta mochila a las niñas para hacer el interrail hace mas de cinco años, y si era buena pa ellas, tambien para mi.
El tercer elemento fundamental han sido los bastones. Superligeros, de fibra de carbono, y no tan caros como uno pudiera pensar. Me han salvado la vida, porque te descargan muchisimo las piernas. Yo que he venido con la rodilla izquierda hecha polvo, sin ellos no habria podido hacer el camino.
Qué ha fallado? Poes como siempre, lo que fallas eres tu. He pensado que las etapas de asfalto eran mejor porque vas mas rapido. Lo cierto es que la carga extra que le metes a lis pies, la pagas en forma de ampollas, que me han hecho sufrir de nanera increible, hasta que deje de sentir los pies.
En lo demas, si hubiera tenido mas horas de luz, habria hecho etapas mas largas, porque caminando uno no se cansa ni la mitad que corriendo. Te puedes tirar el dia entero, seguramente que haciendo algun descanso por el camino. Y como ya he comentado varias veces y todos lis peregrinos estamos de acuerdo, aunque te acuestes molido, curiosamente, te levantas por la mañana totalmente restablecido. Es curioso.
Se edta mejor caminando mas que menos, comiendo menos que mas, y durmiendo en albergues mejor que en pensiones. Todo al reves de lo que uno pueda pensar.
He perdido peso sin intentarlo, y he pasado de hacer jornadas a 4km/h a hacerlas a casi 6km/h sin esfuerzo adicional. Se ve que te va mejorando la forma fisica.
Aunque ha llovido poco, la lluvia no es un impedimento. Te cascas el poncho y vas igual que si no lloviera. Incluso mas caliente. Yna vez que te estas moviendo, la temperatura no es un problema. En poco tiempo te empieza a sobrar de todo. El frio se pasa al llegar a lis albergues, sobre todo si no tienen calefaccion, aunque tampoco me quejo tanto, porque todo este mes hemos tenido unas temperaturas estupendas, menos la etapa de Abadin que a primera hora hacia cero grados.
En cuanto a la gente, en el Camino hay de todo. Abundan los raritos. Asi que hay que andar con un poco de vigilancia. En esto tambien he tenido una suerte inmensa de topar con mis tres compañeros, que han sido una delicia. Hemos ido juntos y otras veces sepatados durante dias; pero siempre el reencuentro ha sido entre abrazos y risas. Eso no nos ha pasado con otros peregrinos.
Y bueno, no se me ocurren otras anitaciones practicas. Estoy como un niño esperando los reyes magos. Deseando irme a la cama para recibir mañana el regalo del fin de la peregrinacion.




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